La visión de un Ogro, una criatura grande, brutal y extremadamente violenta, es algo terrible en el mundo de Warhammer. Cuando todo un ejército de Ogros marcha a la guerra, arremeten contra su enemigo con la fuerza de una avalancha, consumiéndolo todo en una marea de destrucción.
COMANDANTES Y HÉROES.
Colmillos de Trueno / Cuernos Pétreos de los Reinos Ogros.
Los Cuernos Pétreos son musculosas y enormes bestias que miden varias veces el tamaño de un Rinobuey. Cada Cuerno Pétreo es, literalmente, un fósil viviente, cuyo esqueleto está endurecido por la misma roca que la de las montañas de las que procede. Se dice que un Cuerno Pétreo aprovechará cualquier oportunidad para dar cabezazos contra cualquier criatura a la mínima de cambio y pisoteará su cadáver hasta convertirlo en una pasta sangrienta. Tal es su colosal masa que el impacto de esta carga es como dejar caer una roca desde la cima de una montaña, una letal combinación de peso, velocidad y mal genio. Los Colmillos de Trueno son criaturas de hielo y muerte, antiguos monstruos que aparecieron durante los periodos más oscuros del mundo, hace ya muchos años, cuando todo estaba completamente helado. En combate, los Colmillos de Trueno se utilizan para diezmar al adversario con ataques de proyectiles y prestar apoyo a la línea de batalla principal de los Ogros. Gracias a su capacidad para ver por encima de las cabezas de todos los demás combatientes, el Colmillo de Trueno y su dotación pueden liberar andanadas de fuego incluso mientras avanzan hacia el enemigo.
Grasientus Dientedoro.
Grasientus Dientedoro o, tal como reza su título oficial, Señor de Mercaderes Grasientus Robatribus Matadragones Supremo Acaparador Dientedoro el Extremadamente Obeso, fue uno de los cachorros del infame Gofg, antiguo Déspota de la tribu Dientedoro. Al igual que sus hermanos, Grasientus creció hasta llegar a ser muy fuerte y obeso, pero a diferencia de ellos, logró matar y comerse a su propio padre. Tras asumir el liderazgo de su tribu y ante la necesidad de probarse a sí mismo, Grasientus empezó a pedir un diezmo a las tribus de otros reinos. Hoy en día, Grasientus es tan rico y poderoso que a penas necesita matar a nadie para reafirmar su autoridad, ya que prefiere tumbarse en la cama de los Gnoblars y comer gran variedad de animales. Sin embargo, cuando se le llama a las armas, Grasientus galvanizará a sus Gnoblars y marcharán a la guerra, con el Cetro de Titanes en todo lo alto, listo para descender sobre todo aquel que se cruce en su paso.
Skrag el Carnicero.
Skrag el Carnicero es el legendario Profeta de las Grandes Fauces, también conocido como "Cosechavísceras" y como "Fauces que Andan". Skrag, que en tiempos había sido el Maestro Carnicero favorito por el Déspota Bron Masticarrocas, cayó en desgracia y fue desterrado a las cavernas inferiores de la montaña, con las dos manos amputadas y devoradas. A pesar de las hambrientas Gargantúas y las criaturas monstruosas que allí había, Skrag sobrevivió y salió de las cavernas para vengarse. Ahora, se ha ganado su lugar en la sociedad ogra y se ha convertido en el Profeta de las Grandes Fauces más aterrador de todos. Arrastrando su enorme caldero lleno de carne tras él, que está sujeto a su espalda con una serie de dolorosos garfios y cadenas, Skrag corta a sus enemigos en pedazos en una gloriosa dedicación sangrienta a las Grandes Fauces. A su paso, deja un rastro de cuerpos descuartizados, y es el deber de sus Gnoblars recupararlos y depositarlos en su caldero.
Golgfag Comehombres.
De Golgfag se cuentan muchas más historias que de cualquier otro Ogro vivo, y el propio Golgfag es quien ha hecho correr gran parte de ellas. Aunque las exagera a más no poder, Golgfag sigue siendo el capitán mercenario Ogro que ha alcanzado más éxito. Ha ganado infinidad de batallas, saqueado la sagrada isla de Ulthuan, fijado su objetivo en la ruinosa Plagaskaven y sobrevivido, engullido más cerveza de la que la mayoría de Enanos verán jamás, y llegado a ser condecorado por el mismísimo Emperador Karl Franz. Con todo, prospera él solo y durante el transcurso de sus aventuras Golgfag ha ganado y perdido más fortunas que Gnoblars habitan en las colinas. Puede que nunca llegue a convertirse en un gran líder debido a sus irrefrenables ganas de conocer mundo, pero como mínimo tiene mucho dinero, que es lo que realmente importa.
Bragg " El Que Desolla ".
Los Ogros son una raza fuerte y sin miedo al combate, pero entre ellos hay un individuo que genera un pavor especial. Incluso los veteranos de miles de batallas sienten escalofríos con tan solo oír el nombre de este asesino entre asesinos, esta figura sombría que reparte muerte del modo más horrible imaginable. Se trata del mayor ejecutor de la raza Ogra, verdugo de reyes y de héroes. Verlo en combates es ver a la parca misma en estado puro. Su nombre es Bragg "El Que Desolla", y nadie a quien haya elegido como víctima ha sobrevivido nunca. Equipado con su terrible Gran Desollador, una enorme hacha, Bragg tiene un don natural para asestar golpes en el punto correcto de su adversario para causarle el mayor daño posible. La mayoría de las veces, decapita a sus objetivos limpiamente, aunque a veces Bragg prefiere destriparlos o desmembrarlos. Todo depende de su estado de ánimo en ese momentos.
Panzafuegos de lor Reinos Ogros.
Los Panzafuegos son los rugientes y ardientes sacerdotes de la deidad Ogra conocida como Bocaenllamas. Son profetas de leyenda, locuaces y vitalistas, dominados por un intenso fuego interior (Tanto metafórico como literal) y un temperamento que puede pasar de la alegría a la ira (y viceversa) con suma facilidad. Un Panzafuegos enfurecido puede vomitar una nube de abrasadoras llamas tan violenta e intensa que funda las cotas de malla enemigas en segundos. Como seguidores devotos de Bocaenllamas, no sorprende que estos hechiceros tienen un gran conocimiento del Saber del Fuego. En combate, abrirán un camino de fuego entre sus enemigos, achicharrándolos en segundos. O, si los Vientos de la Magia no soplan con fuerza, simplemente impactarán en ellos con un gran martillo.
Déspota de los Reinos Ogros.
Los Ogros llaman a los líderes de sus tribus "Déspotas", y es fácil ver por qué. Los Déspotas son los individuos más grandes y fuertes de una raza que ya de por sí es físicamente poderosa y que se siente orgullosa de ello. Para poder reclamar el liderazgo sobre un grupo de Ogros es necesario ser un combatiente excelente, lo bastante recio como para tumbar a un Gigante o abrirse paso hasta una puerta fortificada valiéndose tan solo de los puños desnudos. Un Déspota Ogro utiliza su tremendo tamaño y musculatura para obtener el dominio sobre su tribu, ganándose el derecho de dirigirla a base de hacer prodigiosas demostraciones de aquellos rasgos que los Ogros más respetan: fuerza, violencia, gordura y apetito. Estos Déspotas gobernarán durante varias décadas, derrotando y zampándose a sus adversarios (en combate y, después, en la mesa) en una guerra violenta e infinita.
Maestro Carnicero de los Reinos Ogros.
Los Ogros enfocan la magia y la adoración de sus dioses de un modo que no resulta fácil de entender para quienes les observan desde fuera. En cada tribu, hay un Matarife que adopta el rol tanto de hechicero como de profeta, pues es el único que disfruta de una conexión directa con las Grandes Fauces. Mediante la sangrienta preparación y consunción ritual de carne, los Matarifes canalizan una porción de la eterna hambruna de su terrorífica deidad, convirtiéndola en manifestaciones mágicas. Gracias a esta energía, los Matarifes pueden imbuir a sus camaradas con una vitalidad sobrenatural, inflando sus músculos y endureciendo su piel. Incluso pueden llegar a encauzar la ira de su dios contra sus enemigos, haciendo que rompa sus huesos o que el suelo se abra bajo sus pies y los engulle.
Cazador de los Reinos Ogros.
Los Cazadores son los más grandes e independientes de su especie, y pueden trepar al pico de una montaña mientras rastrean a un gran mamut herido o a un Rinobuey. Un Ogro se convierte en Cazador o bien rompiendo temporalmente los vínculos que lo atan a su tribu para saciar sus ansias por conocer mundo, o bien exilarse a la zona más blanca y dura de las montañas como muestra de desdén hacia sus compañeros Ogros. En cualquier caso, estos vínculos no se romperán completamente, y un Cazador que sobresalga en su solitario estilo de vida, arrastrará una presa enorme de vuelta a las cavernas para celebrar con ella un festín. Suelen estar cubiertos de cicatrices y tatuajes, y revestidos con la gruesa piel de su presa para protegerse de las condiciones árticas de las Montañas de los Lamentos. Se decora su cuerpo con colmillos, garras y cráneos de las bestias cavernarias que ha matado y comido. En combate, estos enormes y agresivos guerreros llevarán una ballesta gigante con la que cazar a su presa y una enorme lanza con la que atravesarla y prepararla para la cena.
Colmillos de Sable.
Los Colmillos de Sable son cazadores oportunistas, que acechan en las laderas y valles de las Montañas de los Lamentos. Se trata de depredadores silenciosos, que cazan en manada para atacar a monstruos mucho más grandes que ellos. Con tiempo, pueden derribar a un enorme Rinobuey, o incluso hacer caer a un Gigante, por lo que son adversarios letales en cualquier campo de batalla. Si ataca toda una manada a la vez, entonces puede acabar incluso con las más grandes bestias que habitan las Montañas de los Lamentos, dejando nada más que una neblina de escarcha rojiza flotando en el aire gélido. Estos depredadores sigilosos también pueden vincularse a un ejército utilizando un Pergamino de vinculación durante una Tormenta de Magia. Son una unidad rápida que funciona muy bien tras las líneas enemigas, zampándose a las dotaciones de las máquinas de guerra y evitando que las unidades enemigas cercanas puedan avanzar.
UNIDADES BASICAS.
Ogros.
Los Ogros, grandes, brutales y extremadamente violentos, miden unos tres metros de alto. Su enorme cuerpo está coronado por una cabeza bestial con algo parecido a un pequeño cuello que separa ambas partes. Sus poderosos brazos son tan gruesos como el pecho de un hombre, y son capaces de aplastar las paredes de una casa. Un ogro normal se equipará con un garrote o un puño de hierro, un guantelete con pinchos, con los que hará añicos a sus adversarios. Pero la verdad sea dicha, el garrote no es del todo necesario, ya que un Ogro podría aniquilar o hacer añicos a sus enemigos con relativa facilidad, el garrote simplemente le proporciona un poco de alcance adicional y el zumbido que hace al blandirlo es agradable al oído. Cuando los Ogros marchan a la guerra, se unen en grupos, ya sea por clanes o por familias, liderados por el Ogro más grande e intimidatorio de todos: el Aplastador. Cuando este regimiento (un término utilizado por otras razas, pero no por los Ogros) empieza a moverse, cogerá rápidamente velocidad. Su tremenda fuerza es virtualmente imparable una vez se mueve y solo el más insensato o valiente, podría tener esperanzas de sobrevivir frente a una unidad de destrucción tan peligrosa.
Tripasduras de los Reinos Ogros.
Los Tripasduras van a la batalla armados con gigantescas armas a dos manos: inmensas cimitarras, rocas atornilladas a troncos de árbol por bandas de hierro, o simplemente versiones enormes de la maza ogra tradicional. Aunque no tienen una fuerza marcadamente superior a la del resto de Ogros, los Tripasduras son muy respetados ya que suele ser el propio Déspota quien los selecciona uno a uno. Por esta razón, una unidad de Tripasduras tanto podría incluir a la familia inmediata del Déspota como a su peña de amiguetes de borrachera, de ahí que tengan las mejores armas, equipos y armaduras. Sus armaduras se hacen a medida para cada Tripasduras (algo que le sube el ego), aunque la mayoría de las veces se hacen a base de escudos y trozos de armadura de sus enemigos caídos. A veces, incluso lavan los restos del anterior ocupante antes de ponérselas.
Gnoblars.
Los Gnoblars, criaturas de mente retorcida y de ingenio malvado, aunque
limitado, son familiares no muy lejanos de los Goblins que plagan el
Viejo Mundo, a quienes se parecen tanto en aspecto como en altura (la
mayoría no son mucho mayores que la cintura de un hombre). Los Gnoblars
tienen una mentalidad de lo más cruel, que sólo se ve limitada por su
falta de fuerza física. Sin embargo, esto no es un problema cuando hay
varios cientos de ellos en el campo de batalla equipados con un gran
surtido de botellas rotas, espadas, puntas de lanza, piernas postizas,
dentaduras de comadrejas, palos afilados y dagas oxidadas. La mayor
parte del tiempo permanecerán cerca de sus camaradas más grandes, los
Ogros, aullando amenazas mientras se esconden tras ellos para mantenerse
a salvo. No hay nada mejor que atacar a un enemigo cuando no está
mirando, sobre todo si pueden apuñalarlos en sus partes bajas o
lanzarles algo a la cara.
Trampero Gnoblers.
Los Tramperos Gnoblars son las criaturas más extrovertidas e intrépidas
de su pequeña raza y les encanta capturar y torturar a otras pequeñas
criaturas. En tiempos de guerra, marcharán junto a sus hermanos Gnoblars
con los bolsillos llenos de desagradables sorpresas para sus víctimas.
Un regimiento enemigo, creyendo que los Gnoblars son objetivos más
fáciles que los Ogros cercanos, cargarán alegremente contra estos pieles
verdes, y se encontrarán atrapados en salvajes trampas, como alambres
escondidos, y sus cabezas serán engullidas por enjambres de abejas
furiosas. Esto resulta divertidísimo para los Gnoblars, que arrojarán
materiales puntiagudos contra sus enemigos mientras estos están
confundidos por la situación. Mientras tanto, los tramperos, están
listos para ir planificando más sorpresas...
UNIDADES ESPECIALES.
Caballeria Dientes Maritirio.
En lo más alto de las laderas de las Montañas de los Lamentos viven los
Dientes Martirio, unas bestias cavernarias que siempre han atraído la
atención de los Ogros. Estos últimos han intentado capturarlas y
utilizarlas como montura desde que las vieron por primera vez y,
finalmente, después de muchos siglos de intentos fracasados, lo han
conseguido. Gracias a sus grupas de puro músculo, los Dientes Martirio
se lanzan contra el enemigo a una velocidad mucho mayor de la que harían
presagiar sus enormes cuerpos, y esta velocidad no se ve aminorada por
el enorme Ogro que los monta, ni por el grueso sillín que llevan atado a
su peludo lomo. Cuando logra trabarse con un oponente, el poderoso
Diente Martirio muerde, raja y pisotea mientras el Ogro que hay encima
aporrea al adversario hasta la muerte con un poderoso garrote u otra
arma de gran tamaño. Los resultados son devastadores: el enemigo no solo
muere, sino que queda completamente pulverizado y aplastado contra el
suelo debido a la profusión de devastadores golpes.
Sueltafuegos de los Reinos Ogros.
Los Sueltafuegos suelen verse como seres trastornados por la mayoría de
Ogros, pero también como altamente divertidos. Están obsesionados con la
destrucción y el ruido, y se equipan con enormes armas de pólvora negra
portátiles llamadas cañones Sueltafuegos. Para un observador normal,
estos cañones pueden verse como diseños humanos o de los Enanos, aunque
nadie se ha acercado lo suficiente para verlos de cerca. Antes del
combate, los Sueltafuegos los ceban con grandes puñados de pólvora
negra, perdigones, clavos oxidados, puntas y filos de armas, y de vez en
cuando balas de metal o de piedra. Su aportación a la guerra no pasa
desapercibida y es completamente eficaz. Si una andanada no aniquila a
su adversario, un buen golpe de cañón hará el trabajo.
Yehtis.
Los Yehtis habitan en las cumbres más altas de muchas montañas, en los
altísimos picos de las Antiguas Tierras de los Gigantes. Allí, en lo más
alto del mundo, los Yehtis sobreviven cazando rebaños de bestias de las
tierras altas. No es raro que haya tribus de Ogros que incluyan algunos
Yehtis en sus filas. El cómo o el por qué los Yehtis aceptan luchar al
lado de los Ogros es un tema sobre el que se ha especulado mucho.
Algunos eruditos sospechan que los Yehtis son una remota rama de la
familia de los Ogros. Otros sostienen la teoría de que los Yehtis
contrajeron una gran deuda para con los Ogros en el pasado distante y
que ahora luchan junto a ellos por honor. O puede que sea por la promesa
de recibir sabrosa carne mortal. Debido a su increíble velocidad, los
Déspotas ogros utilizarán a los Yehtis de la misma manera que otras
razas utilizan la caballería: para realizar rápidos ataques en los
puntos más débiles de la línea de batalla enemiga.
Comehombres Árabe.
Los Comehombres son Ogros veteranos de mil campañas que han viajado a lo
largo y ancho del mundo, mercenarios sin igual que han pasado varias
décadas de su vida acumulando cicatrices, historias que contar, riquezas
y todo tipo de objetos exóticos (como sombreros), antes de regresar a
los Reinos Ogros. Los Comehombres luchan por todo el Viejo Mundo y más
allá, y son muchas las razas que intentan reclutarlos para sus ejércitos
prometiéndoles comida, oro o cualquier otra cosa que pidan a cambio de
sus servicios. Según los Comehombres, lo único que importa es la paga,
no el adversario, aunque a veces se les puede recompensar entregándoles
los cadáveres enemigos para que se los coman, y en estos casos el
adversario sí que importará, obviamente (aunque los Ogros comen de todo,
tienen sus preferencias...). Puesto que son un grupo de aventureros, los Comehombres estarán
equipados con armas poco comunes y realmente emocionantes. Este
Comehombres proviene de Arabia, una lejana tierra de sol y arena, donde
encontró una enorme cimitarra y una salvaje daga. También se ha
apoderado de un turbante para su cabeza. A los Ogros no les gusta mucho
el sol.
Comehombres Imperial.
Los Comehombres son Ogros veteranos de mil campañas que han viajado a lo
largo y ancho del mundo, mercenarios sin igual que han pasado varias
décadas de su vida acumulando cicatrices, historias que contar, riquezas
y todo tipo de objetos exóticos (como sombreros), antes de regresar a
los Reinos Ogros. Los Comehombres luchan por todo el Viejo Mundo y más
allá, y son muchas las razas que intentan reclutarlos para sus ejércitos
prometiéndoles comida, oro o cualquier otra cosa que pidan a cambio de
sus servicios. Según los Comehombres, lo único que importa es la paga,
no el adversario, aunque a veces se les puede recompensar entregándoles
los cadáveres enemigos para que se los coman, y en estos casos el
adversario sí que importará, obviamente (aunque los Ogros comen de todo,
tienen sus preferencias...). Puesto que son un grupo de aventureros, los Comehombres estarán
equipados con armas poco comunes y realmente emocionantes. Este
Comehombres ha luchado durante muchos años en las tierras del Imperio y
ha adoptado algunas características imperiales. Le encantan las plumas
de su sombrero. Bueno, la cabeza en general; nunca ha llevado sombrero
hasta ahora, y está equipado con un enorme martillo de piedra que ha
robado de una desafortunada estatua.
Comehombres Trampero.
Los Comehombres son Ogros veteranos de mil campañas que han viajado a lo
largo y ancho del mundo, mercenarios sin igual que han pasado varias
décadas de su vida acumulando cicatrices, historias que contar, riquezas
y todo tipo de objetos exóticos (como sombreros), antes de regresar a
los Reinos Ogros. Los Comehombres luchan por todo el Viejo Mundo y más
allá, y son muchas las razas que intentan reclutarlos para sus ejércitos
prometiéndoles comida, oro o cualquier otra cosa que pidan a cambio de
sus servicios. Según los Comehombres, lo único que importa es la paga,
no el adversario, aunque a veces se les puede recompensar entregándoles
los cadáveres enemigos para que se los coman, y en estos casos el
adversario sí que importará, obviamente (aunque los Ogros comen de todo,
tienen sus preferencias...) Puesto que son un grupo de aventureros, los Comehombres estarán
equipados con armas poco comunes y realmente emocionantes. Este
Comehombres se ha convertido en un verdadero mercenario y ha acumulado
gran cantidad de riquezas, a juzgar por la enorme cantidad de oro que
lleva. Está equipado con un flagelo brutal, una daga y un Gnoblar
contable con un ábaco.
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