El Rey Brujo de Angmar.
El Rey Brujo es el Nazgûl más grande y temido de todos. Infinitamente viejo, y poseedor de un poder prodigioso, el Rey Brujo atrae su poder desde la ilimitada voluntad de Sauron. El Rey Brujo es un estratega y hechicero letal, su capa y su armadura forman un individuo temido por todo aquel que le ve, y su presencia en el campo de batalla horroriza a los pocos que intentan resistirse.
El Corrupto.
Mientras que los otros Nazgûl fueron devorados lentamente por el poder corrupto de sus anillos, el Corrupto se entregó total y voluntariamente a Sauron. Ahora, todas las cosas naturales se rebelan en su presencia, la vegetación se marchita, los animales enferman y los guerreros valientes se acobardan. Es una abominación cuya mera presencia envenena la vida, el honor y la esperanza.
Señor de la Carroña.
El Señor de la Carroña es, probablemente, el Nazgûl más misterioso, ya que los recuerdos de sus hazañas pasadas en los tomos de los Sabios son escasos. Incluso en Rohan, este Nazgûl es mucho más temido que ninguno otro, ya que ha sido como una plaga sobre el reino, puesto que ha dirigido a los subordinados del Señor Oscuro contra los HIjos de Eorl durante siglos.
Nazgûl Alado.
Antaño, los Espectros del Anillo, o Nazgûl, fueron los Reyes de los Hombres, los portadores de los anillos mágicos creados por Sauron. Sus anillos les aseguraron la inmortalidad, pero también los esclavizaron a la voluntad de Sauron. Junto con su líder, el Rey Brujo de Angmar, son los capitanes más letales de Sauron, conocidos como los Nueve.
Gûlavhar, el Terror de Arnor.
Gûlavhar es un ser de una época más antigua que debería haber perecido hace mucho tiempo, un demonio alado sediento de sangre. Nunca sabremos con certeza cómo logró sobrevivir a las teribles guerras contra Morgoth, aunque se cree que lo consiguió durmiendo durante innumerables siglos. A pesar de su apariencia bestia, Gûlavhar es una criatura con una astucia malvada, un verdadero terror de la noche para aquellos que invaden sus dominios.
Jefe Troll Buhrdûr.
Buhrdûr es una criatura de maldad pura, gestada en las cuevas más oscuras de las Montañas Nubladas. Poseedor de una astucia que supera con creces la de cualquier otro Troll, Buhrdûr ha reunido a su alrededor a todo tipo de criaturas oscuras.
Sombra.
Una Sombra es una amalgama de espíritus torturados, mantenidos en esclavitud eterna por la hechicería del Rey Brujo de Angmar. Pocos guerreros vivos pueden enfrentarse y sobrevivir a estas criaturas.
Tumularios.
Tras la Última Alianza de Hombres y Elfos y la caída de Sauron, el Rey Brujo viajó al Norte y allí erigió el reino de Angmar. Envío espíritus oscuros al Sur, a los Túmulos, y las esqueléticas formas de los reyes muertos antaño volvieron a caminar por la faz de la tierra.
Espíritus de los Muertos.
Las siniestras calles de Minas Morgul son el lugar de caza preferido de cosas mucho más terribles que los Orcos, pues entre las sombras acechan las almas conocidas como espíritus de los muertos, que vagan por las adoquinadas calles de esta maligna ciudad. Hombres, Elfos e incluso Orcos cuyas almas han sido atrapadas por la voluntad del Rey Brujo, estos espíritus atraen a los incautos hacia la muerte con sus engañosas luces y magia ultraterrena.
Orcos de Angmar.
Los Orcos son las criaturas más repugnantes que andan por la Tierra Media. Son monstruos de corazón oscuro que disfrutan con la masacre y la destrucción. La agresión natural de los Orcos los convierte en la herramienta perfecta para el propósito de la Oscuridad, ya que sus hordas infinitas forman el núcleo del ejército de Angmar. Aunque individualmente son cobardes, ganan fuerza cuando atacan en números, una masa de guerreros Orcos puede ser una visión aterradora para cualquier enemigo del Señor Oscuro.
Jinetes de Huargo.
Los huargos son malvados y gigantescos lobos, enormes criaturas peligrosas y astutas como ellas solas. Los jinetes de huargo avanzan por delante de los masivos ejércitos de Orcos y otras criaturas despiadadas explorando los caminos y los lugares por los que más tarde pasarán estos ejércitos, y capturan y torturan (o algo peor) a todo aquel que se interponga en su camino.
Rastreadores Orcos.
Como su propio nombre indica, los Rastreadores Orcos suelen desempeñar la función específica de cazar al enemigo, a menudo persiguiéndolos en grandes distancias. Una vez que su presa está localizada, los Rastreadores son también unos arqueros muy precisos, mientras el grueso de la fuerza se traba en combate con el enemigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario