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Santa Celestine.
Se sabe muy poco de la vida de Santa Celestine antes de que fuera declarada una Santa Viva, pero tras su apoteosis durante la Cruzada Palatina, se convirtió en una guerrera imbuida con el poder divino que aparece solo en las circunstancias más adversas. Santa Celestine ha luchado en la vanguardia de numerosas Guerras de Fe y centenares de miles de herejes han encontrado un sangriento final a manos de sus ejércitos. En combate, muy pocos pueden igualar su velocidad y elegancia, ya que sus pies a penas tocan el suelo mientras se traban en combate con el enemigo. Aferrada en sus manos está la Espada flamígera, una espada tan poderosa que se desliza por entre la armadura, la carne y el hueso con una facilidad desdeñosa. Luchar junto a Santa Celestine es luchar junto a uno de los mayores símbolos del Imperio. Y pocos pueden sobrevivir a su poder.
Archiconfesor Kyrinov.
El archiconfesor Kyrinov ha sido el azote de blasfemos y herejes en centenares de mundos. Kyrinov es conocido por su adhesión inquebrantable a la doctrina eclesiarcal, y sus encendidos discursos arrastran a poblaciones enteras a un fervor maníaco. Aunque es conocido en toda la galaxia como un orador poderoso, Kyrinov también lucha incansablemente en los campos de batalla. Cree que las acciones hablan mejor que las palabras, y que es una mayor dedicación al Emperador purgar herejes que hacer un discurso grandilocuente. Como resultado, se le puede ver a la cabeza del ejército, liderando a sus seguidores a la batalla y aplastando a los enemigos con la poderosa Maza de Valaan.
Uriah Jacobus, Protector de la fe.
Existen muchos tipos de misionero, desde los más jóvenes y fervientes que intentan extender la palabra del Imperio por primera vez, a los miembros más antiguos y veteranos del Missionarus Galaxia. Uriah Jacobus es uno de estos últimos, un superviviente de innumerables batallas. Ha sobrevivido a tantas guerras y vuelto a tantos planetas del Imperio que hay quien cree que el propio Emperador es le guía. Sin embargo, otros piensan, sobre todo las Hermanas de Batalla que lo protegen en zonas de guerra, que es experto en buscar problemas. Cuando los proyectiles empiezan a volar, Uriah Jacobus se sitúa al frente de la batalla, murmullando para sí mismo mientras condena a otro enemigo al olvido con Redentora, su leal y fiel escopeta.
Canonesa Hermana de Batalla.
Una Canonesa es la comandante suprema de una de las Órdenes Militantes, un ejemplo radiante de pureza y dedicación. Una Canonesa es una guerra veterana de centenares de batallas que ha alcanzado su posición con una combinación de fuerte liderazgo, genio táctico y una fe inquebrantable en el Emperador. En combate, es una baliza brillante que lidera a su Orden a la batalla sin miedo a la muerte o a la condenación, puesto que su espada parte en dos a cualquiera que se le ponga delante con una precisión milimetrada. Bajo su mando, las Hermanas de Batalla han aplastado a los enemigos del Imperio en toda la galaxia.
Hermana Dialogante.
La Orden Dialogante apoya a las Órdenes Militantes proporcionando oradores experimentados para que las acompañe a la batalla. Aunque puede parecer poco habitual enviar a la guerra a individuos no combatientes, las Hermanas Dialogantes saben que pueden servir mejor al Emperador si marchan junto a sus ejércitos. Ya sea con himnos o recitales de antiguas escrituras, estas poderosas oradoras pueden envalentonar los espíritus de las tropas cercanas e impulsarles a hacer grandes hazañas contra el enemigo.
Hermana Hospitalaria.
La Orden Hospitalaria es un grupo de personas dedicadas al bienestar y la seguridad de los sirvientes imperiales. Son luchadoras competentes y, potencialmente, torturadoras. Como resultado, son muy valiosas para los Inquisidores, Confesores y otros miembros de alto rango del Adeptus Terra. Pero donde realmente sobresalen es en el arte de la curación y la protección, y estarán junto a su maestro en el fragor de la batalla, atendiendo incluso las heridas más graves.
Hermanas de Batalla.
La inmensa mayoría de las Órdenes Militantes está formada por Hermanas de Batalla. Cada Hermana de Batalla es una huérfana educada desde el nacimiento por la Schola Progenium para que crea en la rectitud de su causa. Son las guerreras mejor preparadas físicamente del Adepta Sororitas y componen la base de las fuerzas de combate de la Eclesiarquía. Están entrenadas en el uso de las armas y armaduras desde su más tierna infancia, y si se combina con su fe inquebrantable, son una fuerza a temer en el campo de batalla. Cada escuadra de Hermanas de Batalla está liderada por una Hermana Superiora, que es la responsable directa de guiar y entrenar a su escuadra. Bajo su mando, la unidad entrenará y luchará con una precisión quirúrgica para eliminar a los enemigos mucho más poderosas que ellas y salir victoriosas. En combate, serán capaces de realizar grandes hazañas gracias a la Luz del Emperador, que las guiará en tiempos de necesidad y provocará la caída de sus adversarios.
Hermana de Batalla con estandarte.
La inmensa mayoría de las Órdenes Militantes está formada por Hermanas de Batalla. Cada Hermana de Batalla es una huérfana educada desde el nacimiento por la Schola Progenium para que crea en la rectitud de su causa. Son las guerreras mejor preparadas físicamente del Adepta Sororitas y componen la base de las fuerzas de combate de la Eclesiarquía. Están entrenadas en el uso de las armas y armaduras desde su más tierna infancia, y si se combina con su fe inquebrantable, son una fuerza a temer en el campo de batalla. Las Escuadras de Hermanas de Batalla suelen llevar un Simulacrum Imperialis a la batalla, un icono sagrada o elemento de escritura que muestra su dedicación al Emperador. Cuando lo llevan alzado, este símbolo sagrado proporciona fuerza a las Hermanas de Batalla cercanas y las estimula para que realicen Actos de Fe aún mayores.
Cruzado.
Los Cruzados se reclutan por su inagotable devoción al Emperador. Ser elegido uno de ellos es un gran honor, a pesar de tener una agotadora vida de ascetismo y perfección marcial. Sin embargo, este reclutamiento les garantiza la oportunidad de probar la espada y el escudo contra los mayores enemigos de la humanidad. Equipados con una espada de energía y un escudo de tormenta, el Cruzado es un guerrero incondicional cuyo lugar está en el fragor de la batalla, rodeado de enemigos.
Asesinas del Culto de la Muerte.
Las Asesinas del Culto de la Muerte están consagradas fanáticamente al Credo Imperial, y ofrecen al Emperador a todos los que sacrifican en su nombre. El arte de la espada es importantísimo para muchas Asesinas del Culto de la Muerte; los diferentes tipos de incisiones, laceraciones y pinchazos son muy importantes, así como las armas con las que los infligen, y la localización del cuerpo al que se le realizan. Todos estos dolores tienen un significado especial a la hora de dedicar el alma de la víctima al Emperador. En batalla, son un remolino de destrucción, que hace trizas a sus enemigos con una velocidad inimaginable, y los decapitan, mutilan y desarman (literalmente).
Arcoflagelantes.
La Arcoflagelación es un tipo de castigo que se puede aplicar contra aquellos a los que se declara culpables de una multitud de crímenes contra el Emperador. Mejorado mediante extensas operaciones quirúrgicas y reacondicionamiento mental, el cuerpo de un Arcoflagelante está lleno de implantes con inyectores de productos químicos, y una letal ristra de flagelos, látigos y cuchillas de adamantio. Un casco pacificador mantiene a la bestia bajo control, pero una vez desatado, el Arcoflagelante se convertirá en una enloquecida máquina de matar que sólo responderá ante el Inquisidor que la controla.
ELITE
Hermanas Arrepentidas.
La confesión y la plegaria son una parte tan importante de la existencia de una Hermana de Batalla como la habilidad con el bólter y la disciplina militar. Las Hermanas que no consiguen superar los códigos rigurosos de la Hermandad quedan sujetas a muchos castigos, pero en los casos más serios son exiliadas de la Orden. Estas guerreras, conocidas como Hermanas Arrepentidas, se reúnen en grupos que buscan la redención en la batalla. Lideradas por el Ama del Arrepentimiento, atacan al enemigo en combate cuerpo a cuerpo con un entusiasmo y una ferocidad tal que pierden el sentido de su propia supervivencia. En el fragor de la batalla es donde más sobresalen, ya que sus evisceradores trinchan a todo aquel que se les pone por delante. Aquellas que combaten con valentía y honor pueden ser absueltas de sus pecados y volver a su Orden. Sin embargo, la mayoría no regresa con vida.
Ama del Arrepentimiento.
El Ama de Arrepentimiento tiene un papel muy importante en las Órdenes Militantes. Suele ser una hermana mayor que ha combatido durante muchas décadas, una de corazón puro y completamente fiel al Emperador en todo lo que hace. Por eso, es la juez perfecta para aquellos que no han llevado a cabo su deber o que han perdido la fe. Equipados con dolorosos látigos neurales, el Ama de Arrepentimiento liderará a las Hermanas Arrepentidas a la batalla y se asegurará de que expían sus pecados.
Hermana Veterana.
La inmensa mayoría de las Órdenes Militantes está formada por Hermanas de Batalla. Cada Hermana de Batalla es una huérfana educada desde el nacimiento por la Schola Progenium para que crea en la rectitud de su causa. Son las guerreras mejor preparadas físicamente del Adepta Sororitas y componen la base de las fuerzas de combate de la Eclesiarquía. Están entrenadas en el uso de las armas y armaduras desde su más tierna infancia, y si se combina con su fe inquebrantable, son una fuerza a temer en el campo de batalla. Cada escuadra de Hermanas de Batalla está liderada por una Hermana Superiora. Cuidarán del bienestar físico y espiritual de sus hermanas y por eso, son las responsables directas de la conducta y la formación de su escuadra.
ATAQUE RAPIDO.
Hermana Serafína.
Dentro de las Órdenes Militantes, existe un grupo de Hermanas de Batalla con una fe tan intensa que es como si el propio Emperador guiase sus acciones. Estas guerreras angélicas se denominan Serafinas y son expertas en el uso de los retrorreactores, tienen una coordinación, destreza y control excepcionales para disparar dos pistolas a la vez. Las Hermanas Serafinas atacan como ángeles vengadores que descienden hasta la batalla con sus alas de fuego y sus pistolas bólter para llevar la muerte a sus enemigos. En combate, una Hermana Serafina desvía los golpes de sus enemigos con una gran elegancia para, a continuación, asestar un golpe demoledor y contundente que normalmente consiste en un disparo certero de su pistola bólter.
ATAQUE PESADO.
Exorcista.
El Exorcista es un arma exclusiva del Adeptus Sororitas, un vehículo que dispara salvas explosivas que atraviesan el blindaje de los enemigos del Imperio. Muchos de estos tanques han estado a su servicio durante varios miles de años y, con el tiempo, sus Espíritus máquina se han convertido en erráticos e impredecibles. Tanto, que su complejo funcionamiento solo es apenas entendido por los Tecnosacerdotes que los tienen bajo su cuidado. Sin embargo, aunque el Exorcista puede ser bastante irascible algunas veces, los misiles que disparan estos vehículos reverenciados tienen la capacidad suficiente para partir por la mitad a los tanques enemigos o destruir escuadras enteras de infantería pesada de una sola salva. Aquellos que luchan contra las Hermanas de Batalla aprenden rápido a temer al Exorcista y lo consideran un arma devastadora que puede aplastar cualquier cosa con una andanada de misiles altamente explosivos.
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