COMANDANTES Y HÉROES
Todos los ejércitos necesitan un poderoso héroe para liderarlos a la batalla. Puedes elegir entre poderosos personajes especiales, como Vlad o Mannfred von Carstein, Vampiros inmortales o el apoyo mágico de un Nigromante.
Trono del Aquelarre / Sagrario Mortis.
A menudo, los monarcas de la noche van al combate en opulentos palanquines de guerra conocidos como Tronos del Aquelarre. Estas construcciones de hueso son llevadas a cuestas por los espíritus de aquellos fueron derrotados y ahora están condenados a llevarlo para siempre. Son las Lahmias las más famosas que utilizan los Tronos del Aquelarre, y por eso estas construcciones que llevan a las Lahmias van cargadas con extraños artefactos y grandes cuencos encantados, llenos a rebosar con sangre de vírgenes. A pesar de sus lujos, estos ostentosos palanquines son unas armas potentes sobre el campo de batalla. Para los Nigromantes más poderosos del Viejo Mundo, el Sagrario Mortis es una tumba y un sepulcro por igual. Una vez muertos (bien muertos), los restos de estos poderosos hechiceros son consagrados en el Sagrario Mortis, llevado a la guerra por una hueste de espíritus vinculados a él. La visión de este artefacto, rodeado por Doncellas espectrales que aúllan y gritan y arrastrado por ayudantes no muertos, es aterradora. Y en medio de la cacofonía de las almas no muertas se encuentra el Capataz, el guardián del relicario, una fuente de poder inimaginable. Cuando el Capataz retira los cierres y abre el relicario, se libera el poder contenido en él por todo el campo de batalla.
Señor Vampiro en dragón zombie / Engendro del Terror.
Los dragones son una raza orgullosa y noble que gobernaron los cielos antes de que llegara el Caos. Sin embargo, al igual que todas las criaturas mortales, sucumbirán de vez en cuando debido a su elevada edad o al dolor, y volarán por todos los continentes hasta que encuentren el lugar en el que descansarán en paz para siempre: la Llanura de los Huesos. Es a este lugar inhóspito al que viajará un Vampiro para capturar un Dragón Zombi No Muerto como montura, levantando su cadáver desde las arenas del desierto en un pilar de Magia Oscura para que actúe bajo su voluntad. Un Dragón Zombi nace dotado de unas alas enormes hechas andrajos y con un cuerpo cubierto de un pellejo grueso y resistente. Aunque su aliento de fuego es capaz de fundir el acero, un dragón zombi escupe una nube de gases nocivos y fétidos por la putrefacción que arranca la piel a tiras y corroe la armadura. En muerte, sus dientes y garras son tan afilados como lo fueron en vida, capaces de partir por la mitad a un caballero y a su montura antes de zamparse los restos.
Zacarías el Eterno.
Vlad Von Carstein.
Vlad von Carstein fue el primero y el mayor de los Condes Vampiro de Sylvania. Fue él quien convirtió a la aristocracia humana de la época en No Muertos y al hacerlo, creó un reino de No Muertos en el centro del Imperio. Vlad combina poderosas habilidades nigrománticas con una increíble destreza en combate; puede levantar esqueletos tan fácilmente como masacrar regimientos enteros. Con el poder del Anillo de los von Carstein, es virtualmente indestructible, simplemente se desvanece suelo abajo cuando lleva a cabo su golpe letal, únicamente para reaparecer en un lugar cercano. Luego lleva a cabo su venganza en la desafortunada víctima que pensaba que había acabado con el Vampiro más aterrador del Viejo Mundo.
Konrad Von Carstein.
Hay pocas cosas más peligrosas que un lunático violento, y una de ellas es un lunático violento inmortal con la fuerza y velocidad de un vampiro. Lo que llevó a Vlad a convertir a Konrad al vampirismo en lugar de cortarle la cabeza, nunca lo sabremos. Quizás la carencia total de escrúpulos de Konrad y su poco apego a la realidad divirtieron al primero de los Condes Vampiro. Aunque muchos Vampiros utilizan la hechicería oscura para invocar subordinados, Konrad no se ve haciendo esas insignificantes cosas, sino que prefiere confiar en los Nigromantes para que le levanten un ejército. Konrad se preocupa únicamente por masacrar a tantos enemigos como sea posible.
Conde Mannfred.
Mannfred es el von Carstein con un don más mágico, ya que estudió los hechizos ancestrales del Libro de los Muertos y los conoce a la perfección. Imbuido por un asombroso poder mágico, Mannfred conoce todos los hechizos del Saber de los Vampiros y los hechizos del Saber de la Muerte. Como muchos de sus camaradas vampiros, Mannfred ha liderado a los ejércitos de Sylvania a la guerra en muchas ocasiones, y su maestría en las artes nigrománticas hace que su ejército sea mucho más potente de lo habitual. Esta combinación de magia y habilidad marcial hace que el Conde Mannfred sea un adversario al que pocos Generales quieren enfrentarse.
Isabella Von Carstein.
Isabella von Carstein era una dama noble, y la única hija del Conde Otto von Drak el loco. Sin un varón heredero, Otto prometió casar a su hija con un noble digno de su tierra, aunque ello conllevara que no fuera ninguno de los señores locales, puesto que eran todos rivales suyos. El hombre con el que finalmente se casó Isabella fue Vlad von Carstein, un misterioso noble del norte. Muchos años después, cuando Isabella enfermó debido a una enfermedad debilitadora, Vlad se dio cuenta que no podría seguir sin ella y, de mala gana, la unió a las filas de los No Muertos. Como vampira, la Condesa Isabella marcharía siempre a la batalla junto a Vlad, reforzando su poder con el legendario Cáliz de Sangre de Bathori, una antigua reliquia cubierta de Magia Oscura.
Krell, Señor de la No Muerte.
Krell fue un poderoso Paladín del Caos en los días antes del nacimiento de Sigmar, el líder de una tribu bárbara corrompida por el poder de Khorne, el dios del Caos. Aunque finalmente fue abatido por el héroe enano Grimbul Cascodehierro durante su asalto a Karak-Kadrin, Krell volvió al reino de los mortales casi 1.500 años después gracias al gran Nigromante Nagash (aunque mucho más muerto que antes). Krell acabó derrotado por Sigmar muchos años después y fue resucitado (otra vez) por Heinrich Kemmler, el Señor de los Muertos. Equipado con el Hacha Negra, una terrible arma de proporciones colosales, Krell dejará un rastro sangriento a su paso.
Heinrich Kemmler.
Heinrich Kemmler se convirtió en un Nigromante muy poderoso y temido hasta que los rivales más ambiciosos empezaron a usurpar su poder. Estos casi consiguieron abatirle, y auqne consiguió derrotar a sus atacantes, su cuerpo y su mente habían quedado rotas durante la batalla. Durante varios años, Kemmler vagó por las Montañas Grises y los Reinos Fronterizos como poco más que un pordiosero medio loco, hasta que, por un golpe del destino, descubrió la tumba de Krell. Firmando un pacto con los Dioses del Caos (o eso es lo que pensó entonces), Heinrich Kemmler recuperó su poder. Aliado con Krell, este despiadado Nigromante ha plagado el mundo de los vivos y continuará haciéndolo durante el futuro inmediato.
Señor de los Vampiros.
Los Vampiros son los auténticos maestros de la No Muerte. Pero, a diferencia de muchos de los No Muertos, los Vampiros conservan su inteligencia previa, de ahí que mantengan toda su ambición y deseos. Esto los convierte en criaturas muy peligrosas, ya que continúan creciendo y aprendiendo, porque disponen de toda la eternidad para mejorar su habilidades y perfeccionar sus diabólicos planes y maquinaciones. Entre los Condes Vampiro más belicosos están los Dragones Sangriento, un linaje que proporciona poder marcial y orgullo. Muchos irán a la batalla a lomos de corceles esqueléticos, pero aquellos que tienen una verdadera influencia tomarán los cielos sobre un poderoso Terror abismal, una pesadilla creada con Magia Oscura cuyas partes del cuerpo provienen de criaturas diferentes y que se han fundido las unas con las otras. Una vez construida, esta fusión de sangre, huesos y tendones llevará a su maestro a la batalla, donde hará añicos todo lo que se cruce en su camino.
Rey Tumulario.
Hace tiempo, poderosos líderes lucharon por toda la zona que ahora se conoce como el Imperio. Tras su muerte, estos brutales guerreros fueron enterrados a mucha distancia bajo el suelo y sus tumbas, protegidas de salteadores y carroñeros por hechizos chamanísticos. Muchas de estas tumbas hace mucho que se perdieron; pero muchas otras aún perduran. Algunas de ellas se construyeron en zonas en que la Magia Oscura fluye y se arremolina. En estos lugares malditos, sus ocupantes no descansan en paz y sus almas se hallan a medio camino entre el mundo de los mortales y el reino de ultratumba. Cuando el flujo de la energía oscura aumenta, los antiguos señores de la guerra se levantan de sus criptas como Reyes Tumularios, con sus ojos destellando con un brillo antinatural. Con solo un toque de su espada, pueden drenar la vida de sus adversarios, o rebanar la carne y el hueso con una facilidad inimaginable. Ataviados con una armadura pesada, sus cuerpos son virtualmente invulnerables al daño, por lo que pueden ser excelentes Portaestandartes del ejército de Vampiros.
Nigromante de los Condes Vampiros.
Los Nigromantes son vistos como individuos retorcidos y corruptos que están obsesionados con la muerte y la evasión de ella a toda costa. Son utilizados (ya que rara vez son sus propios maestros) por Vampiros para reanimar a los cadáveres de sus sirvientes y devolverlos al combate. Para aprender esta oscura magia, estos hombres desesperados buscarán un Nigromante o un Vampiro que les enseñe, aunque esta tarea conlleva algunos riesgos y muchos aspirantes han muerto en las sombrías manos de su supuesto tutor. Aquellos que sobreviven se convierten en poderosos hechiceros, aunque su cordura se ha visto rota por los horrores que han presenciado.
Espectro.
Los Espectros se cuentan entre las criaturas más poderosas de los No Muertes. Aunque carecen de forma física, su mero roce extrae la esencia vital de un mortal. Su simple presencia basta para llenar el aire de un aura de terror y la mayoría de guerreros que se enfrentan a estas criaturas enloquecen por el miedo mucho antes de morir en sus manos. Llenos de rabia, estos vengativos espíritus se lanzan sobre sus enemigos y los hacen pedazos blandiendo sus antiguas y mágicas guadañas. Aquellos que intentan resistirse a ellos ven como sus patéticos ataques pasan inadvertidos para el Espectro, ya que impactan en el aire y en sus ropas rotas. Los Espectros no tardan mucho en castigarlos por su insolencia.
Doncella Espectral de los Condes Vampiros.
Muchas hechiceras, encantadoras y brujas han asolado al hombre durante siglos. Los espíritus más amargos e inquietos de estas mujeres diabólicas se convirtieron en Doncellas espectrales. Aúllan constantemente en recuerdo a los placeres de la vida que tuvieron, y porque sienten amargura porque tampoco gozan del descanso en la paz de la tumba. Su lamento puede ser mortífero para los mortales, e infunde terror en los corazones de quienes lo oyen. Los que no tienen un corazón de hierro pueden morir aterrorizados tras escuchar sus lamentos fúnebres.
Nigromante.
Los Nigromantes son vistos como individuos retorcidos y corruptos que están obsesionados con la muerte y la evasión de la misma a toda costa. Los Vampiros los utilizan para animar a los cadáveres de sus sirvientes y devolverlos al combate. Para aprender esta oscura magia, estos desesperados hombres buscarán a un Nigromante o a un Vampiro que les enseñe, aunque esta tarea acarrea sus propios peligros y muchos aspirantes se han encontrado con una deprimente muerte a manos (o garras) de sus tutores. Aquellos que sobreviven se convierten en hechiceros, aunque su cordura desaparece para siempre debido a los horrores de los que han sido testigos.
UNIDADES BASICAS.
Las unidades básicas forman el grueso del ejército, y son la mejor opción para empezar uno. El general de los Condes Vampiro tiene acceso a una amplia variedad de unidades básicas que incluyen grandes bloques de infantería y rápidos Lobos Espectrales.
Horda de Zombies.
Los zombis son cadáveres devueltos a la vida mediante las artes nigrománticas. Los zombis resultan individualmente bastante torpes, pero sus señores los llevan a la batalla a miles para iintentar agotar a las tropas enemigas.
Necrófagos de la cripta.
Los necrófagos son criaturas feas y encorvadas a las que sólo les queda un vestigio de racionalidad. Su piel es oscura y sucia, sus ojos bestiales y dementes, y sus labios enmarañados revelan unos dientes muy afilados en sus bocas babeantes.
Lobos Espectrales.
La tierra de Sylvania está plagada de lobos gigantes. Los hombres del Imperio cazan a estas bestias sin compasión alguna, pero a veces no es bastante. Los cuerpos de estos lobos son enterrados en grandes fosas, pero la tierra maldita de Sylvania no les permite descansar...
Guerreros Esqueletos.
Ataviados con armaduras oxidadas, y con sus manos inertes sosteniendo espadas, hachas, lanzas y escudos, estos guerreros no muertos forman el grueso de tu ejército. Enormes unidades de esqueletos forman filas y filas que defienden al ejército vampiro.
UNIDADES ESPECIALES.
Carro de cadáveres.
Cuando Vlad arrojó los ejércitos de Sylvania sobre el Imperio, entre la multitud de zombis y las filas de esqueletos podía distinguirse a los repugnantes carros de cadáveres. Conducidos por figuras macabras y envueltas en sudarios, estos carros estaban hechos de madera podrida, metal herrumbroso y carne putrefacta amontonada.
Caballeros Negros / Espectros Condenadores.
Los Caballeros Negros tienen su origen muchos siglos atrás, cuando las tribus de bárbaros vagaban por lo que ahora es el Imperio. Tras su muerte, fueron enterrados con sus más preciadas posesiones, como espadas, armaduras, e incluso, corceles. Cuando los Vampiros llegan a la tumba de un Caballero Negro, su innata aura mágica lo despierta, y sale de su tumba, listo para el combate. Es tan poderoso el vínculo entre jinete y montura que pueden galopar directamente a través de ciudades en ruinas, o incluso cargar en la superficie de un lago sin dejar una sola onda. Los Espectros condenadores nacen en las profundidades del inframundo y su único objetivo es cazar a aquellos que engañado a la muerte. Tienen muchas cosas en común con los Espectros, y sus armas guadaña son igual de letales (si no más). Debido a sus formas incorpóreas, un Espectro condenador puede simplemente existir entre varios mundos, y sus guadañas se materializan en el interior de los cuerpos de sus adversarios. La armadura no ofrece protección contra estas monstruosidades de No Muertos; ellos arremeterán contra sus víctimas rápida y violentamente y capturarán sus almas para una vida eterna.
Vargheist / Horrores de la Cripta.
Los Vargheists representan el lado más oscuro del alma de un Vampiro hecha realidad. Son enormes humanoides alados, que superan varias veces el tamaño normal de un ser humano. Aunque los Vargheists antaño caminaron y hablaron como señores entre los suyos, estos Vampiros malditos desde su nacimiento, se han convertido en depredadores voraces, desesperados por saborear la sangre. Merodean por el campo de batalla en manadas, dispuestos a atacar a un enemigo que presente la más mínima señal de debilidad y a abrirse paso por sus filas con sus garras y colmillos ensangrentados. Los Vargheists son guerreros formidables, ya que su furia y su apetito voraz no disminuyen a pesar de ser controlados por sus crueles y vampíricos maestros. Las monstruosidades malformadas denominadas Horrores de la Cripta son, por suerte, poco comunes, aunque en épocas de guerra abierta, se ha visto como sus tambaleantes formas marchaban junto a los ejércitos de los Reyes Necrófagos. Como todos los Necrófagos, estos también se han creado a partir de la desesperación, son los subordinados de los subordinados (de hecho, no tienen la decencia de estar muertos), pero no por eso son menos letales. Incluso una herida superficial de una de sus mugrientas garras es suficiente para matar a un hombre en segundos, ya que su interior se pudre y muere debido a su toque.
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